Tienes derecho a la interrupción del embarazo si se detectan malformaciones en el producto. Esto es posible si cuentas con el diagnóstico suscrito por 2 médicos especialistas que dictaminen, de forma separada e independiente, que el producto presenta alteraciones genéticas o congénitas graves.
Necesitarás dar tu consentimiento y, en su caso, también se requerirá el del padre, para proceder a la interrupción.
No es necesario que las alteraciones generen incompatibilidad con la vida extrauterina.
Sólo tú puedes calificar la gravedad de la situación. Para ello deberás contar con información clara y oportuna.
También es un riesgo cuando seguir con este implica un riesgo obstétrico severo; como sufrir preeclampsia; o si se provoca la pérdida total o parcial de un órgano o su funcionamiento, por ejemplo en caso de insuficiencia renal.
Es importante reconocer que es una situación de riesgo cuando: disminuye tu calidad de vida; o bien, existe violencia familiar, de pareja o sexual; o precariedad económica lo que afectaría directamente tu bienestar y tu contexto social.
Toda mujer tiene derecho a la interrupción del embarazo si éste es producto de una violación o si pone en riesgo tu vida o salud. En ningún caso se requiere de la intervención o permiso de la autoridad judicial o algún comité de ética
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